Este majestuoso anillo, elaborado en oro amarillo y oro blanco de 18 quilates (750 milésimas), es una obra maestra de la joyería clásica que combina elegancia, tradición y sofisticación. Su diseño armonioso resalta la calidez del oro amarillo en el aro, mientras que el engaste en oro blanco potencia el brillo y la pureza de los diamantes, logrando un contraste refinado que realza su esplendor.
La pieza está ornamentada con nueve diamantes de talla brillante, meticulosamente seleccionados por su calidad y disposición estratégica en un diseño tipo roseta. Con un peso total de 0,25 quilates, estos diamantes exhiben un grado de color H, lo que les confiere una tonalidad casi incolora y radiante, así como un grado de pureza SI, lo que significa que poseen inclusiones mínimas que no afectan significativamente su belleza ni su capacidad de reflejar la luz.
El engaste en oro blanco actúa como un marco que intensifica la luminosidad de las gemas, logrando un efecto óptico de mayor tamaño y brillo. La configuración floral de los diamantes confiere a la pieza una estética delicada y sofisticada, evocando los diseños de alta joyería vintage que nunca pasan de moda.
Este anillo es ideal para quienes buscan una joya de gran impacto visual y valor sentimental, perfecta para ocasiones especiales, compromisos o como una pieza de herencia con un encanto atemporal. Su meticulosa confección y exquisita combinación de materiales hacen de esta pieza un símbolo de lujo, distinción y buen gusto.
